Reseña: ‘Dune: parte dos’ (2024)

Uno creería que en pleno 2024 nada nos sorprendería como sociedad con tanta tecnología y problemas actuales inundando las noticias y aún así, llega una novela de 1965 a restaurar nuestro amor por el cine de la mano de uno de sus más grandes fans: Dennis Villeneuve, quien desde adolescente se propondría como objetivo adaptar un día la obra de Frank Herbert, Dune.

La historia de los Atreides es similar a la de cualquier mexicano hoy en día: pasar de vivir en un territorio abundante en agua a una chingadera explotada por extranjeros y cuidando el agua hasta de tu cuerpo porque ya casi se llega el día cero.

La diferencia es que nosotros no venimos de una estirpe preparada y vaticinada por siglos para salvar al pueblo de Arrakis.

Ahí es donde verdaderamente comienza el viaje del héroe Paul Atreides alias Muad’dib, alias Usul, alias Lisan al gaib, alias Kwisatz Haderatch, alias Tomate Saladet el mesías de Dennis Villeneuve.

Potenciado por una Rebecca Ferguson, una Zendaya y una Florence Pugh que juegan papeles vitales en este ajedrez espacial y aderezado por un involuntariamente divertido Javier Bardem.

Pero lo que de verdad pesa en esta saga de Dune son sus villanos. Un fiel Rabban atolondrado, un Vladimir Harkonnen viejo lobo marino de mar y un psicópata Feyd Rautha, e incluso, un senil y derrotado Emperador. Todos representados con actuaciones espectaculares, aunque las palmas se las robe Austin «fileros locos» Butler.

El perfecto equilibrio de tensión política, religiosa y bélica que no sabíamos que necesitábamos en una cinta de ciencia ficción todo plasmado de la manera más artesanal y meticulosa en un lienzo cinematográfico, sonorizando de manera igualmente magistral y adaptado con ouija para dejar satisfecho hasta al mismísimo Herbert.

La opción por excelencia este fin de semana: ver Dune en cine o en casa y acto seguido, ver Dune 2 no sin antes haber vaciado la vejiga y el Shai-Hulud.

Garantía Cinexcepcionópolis 🤌🏼✨