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CINE

Historia de un crimen: El asesinato de William Desmond Taylor

El 2 de febrero de 1922, William Desmond Taylor, actor y director de cine mudo acababa de ser asesinado, y con él, primer escándalo mediático acababa de nacer.

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El 2 de febrero de 1922 a las 7:30 de la mañana la policía fue llamada al departamento 404-B del complejo Alvarado Court en Westlake Los Angeles. William Desmond Taylor, actor y director de cine mudo acababa de ser asesinado, y con él, primer escándalo mediático acababa de nacer.

Este caso en su momento tuvo de todo: escándalo, cine, mujeres, celos, amantes, armas, mentiras, viejos cochinos y hasta una suegra metiche.

Pa’ empezar un chingo de gente se juntó en el departamento donde aún se encontraba el cadáver.
Un médico fue solicitado entre la multitud, de entre ellos salió un hombre que dijo “ser doctor” y declaró en el momento que Taylor había muerto de una hemorragia en el estómago.
Mas tarde, cuando llego la policía se dieron cuenta que en realidad había muerto de un balazo de bajo calibre en la espalda. Tanto la bala como la pistola nunca fueron recuperadas, fortaleciendo la teoría que el auto proclamado doctor era cómplice del crimen.

Durante la investigación se descubrió que el director, soltero codiciado de Hollywood, en realidad era casado y había abandonado a su esposa e hija muchísimos años antes con la promesa de hacer dinero buscando oro en el Sur. Su esposa, quien lo creyó muerto durante muchos años, hasta que un día fue al cine y Oh, ¡Sorpresa! Vio a su esposo en pantalla disputándose el amor de la damisela en apuros en la película Capitán Alvarez. Sus amigos de la época lo defendieron diciendo que a veces sufría de amnesia y tal vez, en su camino al sur olvidó su vida pasada, su hija y su matrimonio. Sí, Chucha-Chucha tus calzonsotes, ¡cómo no!

Hubo una lista singular de sospechosos: madres explotadoras, una amante adolescente, narcotraficantes, parejas bisexuales, hubo de todo como en botica en la famosa lista.

De acuerdo con las crónicas de la época, Taylor estaba profundamente enamorado de Mabel Normand, una actriz de la época reconocida por sus papeles cómicos, aunque otros juran que era gay. Sin embargo, la adicción de Mabel hacia la cocaína alejó a Taylor cuando no la pudo ayudar con problemas, pero si se hacía cargo de sus gastos y estaba decidido a meter a la cárcel a todos sus proveedores. Una de las teorías apunta a que Mabel, en un ataque de abstinencia, mató a Taylor, o bien, que uno de sus proveedores pagó un asesino a sueldo ya que Taylor representaba un problema entre ellos y el dinero de Mabel. Ella también fue la última persona conocida en verlo con vida. Se despidió de él a las 7:45 p.m., la noche anterior.

Faith Cole MacLean, quien era la vecina de Taylor, atestiguó que ella vio salir al asesino por la puerta delantera del departamento. Por su recuento de los hechos, se dedujo que el asesino era una mujer y estaba maquillada. Su relato de los hechos era tan fantasioso que los medios comenzaron a señalarla como sospechosa, posible asesina e incluso amante de Taylor.

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Edwar Sands, quien fuera el chichifo de Taylor durante un tiempo, y a quien Taylor correría después de que falsificó su firma y chocó su carro cuando este se había ido de viaje a Europa.

Henry Peavey, quien encontró el cadáver de Bill, fue considerado sospechoso por vestirse siempre de golfista y no jugar golf (en serio, en ese entonces fue un causal). Tres días antes de la muerte de Taylor, Peavey fue detenido por “llevar una vida disoluta”, lo que era una manera alegórica de decir que Peavey era gay. De Peavey también se pensó que en realidad era la pareja de Bill en el momento de su muerte. Kike era negro, esto es importante en la historia, recuerden el dato.

Charles Eyton, En aquel entonces era el director general de Paramount Pictures. El ‘ñor se metió al departamento de Taylor con varios empleados de Paramount y se llevó material comprometedor antes que la patrulla llegara. Pornografía, opio y algunas cartas comprometedoras entre hombres fueron retiradas del lugar.

Aquí entra a la ecuación Mary Miles Minter, quien era una actriz infantil que había sido impulsada por Taylor desde su infancia. Después que el director muriera, las cartas con la actriz fueron encontradas y estas sugerían que habían tenido una relación cuando ella era menor de edad. Su madre Charlotte Shelby también fue considerada sospechosa, ya que tenía disputas legales con su hija por las ganancias generadas de las películas de su hija. Uno de los puntos por las cuales Shelby era la sospechosa perfecta fue porque ella poseía una pistola singular de calibre 38 que nunca fue localizada ya que se reportó que la tiró al agua después de la muerte de Taylor.
Shelby huyo del país antes que la policía pudiera interrogarla, pero en 1938 otra de sus hijas, la también actriz Margaret Shelby la acuso públicamente del asesinato. Aunque el Fiscal de Distrito nunca la persiguió públicamente, Shelby fue la sospechosa favorita de todos los escritores.

Lo que nos lleva a Margaret Gibson, a quien técnicamente la policía nunca volteó a ver como sospechosa. No tenía una relación directa con Bill Taylor fuera de haber trabajado con él en un par de películas, era una actriz regular que había sido detenida varias veces por la policía por prostitución.
Sin embargo, en 1964 antes de morir y preocupada por la absolución de su alma, confesó el asesinato con lujo de detalles. La confesión no vio la luz hasta 1999 y según todas las teorías es la versión más creíble.

¿Por qué les contamos todo esto? Bueno el asesinato de Taylor y el subsecuente descubrimiento de todo el desmadrito que era su vida y la de la gente que lo rodeaba llevo a los estudios a contratar a William H. Hays, y con su llegada, nacieron las cláusulas de moral y buenas costumbres que ahora meten en tantas broncas a los actores y directores.
Se prohibieron la blasfemia, las relaciones interraciales (¿Se acuerdan de Kike? Pues sí, eran otros tiempos) la perversión, la prostitución, la venta de blancas (esto incluía las noches que las actrices pasaban en las casas de los directores). Incluso el uso de la bandera y los besos “excesivamente lujuriosos” tenían que manejarse con mucha delicadeza.

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Para 1934 todo mundo se pasaba las reglas por el arco del triunfo, así que se creó el “Production Code Administration” quienes se dieron a la tarea de revisar las películas. Tanto así que crearon la famosa escena de Clark Gable y Claudette Colbert en It happened one night en donde terminan acostados en la misma cama con una sábana de por medio.

Esta regla duro 30 años en Hollywood. Convirtiendo al Production Code Administration uno de los órganos más poderosos e influentes de la industria.

Todo esto causó que una nueva teoría comenzara a circular: que el asesinato de Taylor había sido planeado para terminar con los escándalos en Hollywood.

¿Será verdad? nunca lo sabremos. Lo único que queda claro es que tras este suceso el cine nunca volvió a ser igual.

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