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«‘Sin lugar para los viejos’ y ‘Retrato de una dama en llamas’ no tienen nada en común, excepto por un detalle inquietante.»

«‘Sin lugar para los viejos’ y ‘Retrato de una dama en llamas’ comparten un inquietante secreto que sorprenderá a todos.»

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Las películas «No Country for Old Men» y «Portrait of a Lady on Fire» pueden parecer opuestas en muchos aspectos, pero hay un detalle inquietante que ambas comparten: la ausencia de una banda sonora musical. Aunque representan géneros muy diferentes, esta decisión creativa impacta profundamente la experiencia del espectador.

La falta de una partitura musical es una herramienta que ambos directores utilizan para atraer al público de maneras únicas. En «No Country for Old Men», dirigida por los hermanos Coen, la ausencia de música intensifica la atmósfera de tensión y desasosiego del thriller neo-western. Esto hace que cada momento violento o giro inesperado se sienta mucho más impactante, ya que el espectador no tiene advertencias sonoras que los preparen para lo que viene.

Por el otro lado, «Portrait of a Lady on Fire», bajo la dirección de Céline Sciamma, emplea el silencio para construir la intimidad y la emoción que envuelve la historia de amor prohibido. La película se apoya en los sonidos de la naturaleza y los diálogos entre sus protagonistas, lo que permite que cada susurro y cada mirada se sienta cargada de significado. Al evitar la música de fondo, las escenas que incluyen música diegética se vuelven especialmente poderosas, intensificando los sentimientos compartidos entre los personajes.

En «No Country for Old Men», el silencio modifica la percepción del peligro. La falta de música no solo invita a los espectadores a experimentar la angustia de los personajes, sino que también provoca una sensación de vulnerabilidad, manteniendo a todos en estado de alerta. Una de las escenas más memorables, el tiroteo en el motel, se vuelve aún más perturbadora debido a este uso de silencios y sonidos ambientales.

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Mientras tanto, en «Portrait of a Lady on Fire», el sonido natural no solo establece el contexto de la historia, sino que también resalta los momentos clave de conexión entre los protagonistas. La química entre Marianne y Héloïse se siente viva y palpable, en gran parte gracias a la falta de música que pueda distraer de su interacción y desarrollo emocional.

Ambas películas, aunque diferentes en estilo y narrativa, utilizan la falta de una banda sonora como una forma de contar sus historias de manera más efectiva. Este silencio intencionado crea un espacio para que el espectador se sumerja más profundamente en las emociones y tensiones que los personajes están viviendo.

En conclusión, «No Country for Old Men» y «Portrait of a Lady on Fire» nos muestran que a veces el silencio puede ser más elocuente que cualquier melodía. La ausencia de música en estos filmes se convierte en un poderoso recurso narrativo que potencia la inmersión del público y enriquece la experiencia cinematográfica. A veces, el vacío puede gritar más fuerte que las notas musicales.

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