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Revisión de «Capitán América: Un Nuevo Mundo»: Anthony Mackie se pone el escudo en una película de relleno de la franquicia que entretiene lo suficiente.
Revisión de «Capitán América: Un Nuevo Mundo»: Anthony Mackie se pone el escudo en una entrega que, aunque es considerada de relleno, logra entretener.

La reciente entrega de Marvel, “Captain America: Brave New World”, marca el retorno del superheroico legado en la pantalla grande, ahora bajo la responsabilidad de Anthony Mackie, quien asume el manto de Capitán América. Esta película, aunque no busca romper esquemas, se presenta como un entretenimiento ligero en medio de la saturación de superhéroes que se ha vivido en años recientes. A pesar de que su protagonista carece de ciertos poderes que definieron a su antecesor, el filme se siente fresco en su enfoque.
Desde su lanzamiento, la duda sobre el cansancio del público hacia las películas de superhéroes ha estado latente, sobre todo después de los éxitos recientes como “Deadpool & Wolverine”. “Brave New World” intenta apaciguar esas preocupaciones ofreciendo una narrativa más centrada en lo terrenal, combinando acción y elementos de un thriller geopolítico. Este enfoque ayuda a que la audiencia no sienta que está viendo una repetición de lo que ya ha visto, a pesar de que se inserta en un universo tan amplio como el de Marvel.
La historia se entrelaza con eventos de la miniserie “The Falcon and the Winter Soldier”, lo que puede hacer que algunos se sientan un poco perdidos si no están al tanto del contexto. Sin embargo, Mackie logra dar vida a un Capitán América que, aunque es menos poderoso, compensa con astucia y determinación. Su desempeño hace que los espectadores se cuestionen si realmente extrañan la superpotencia del antiguo Capitán, encarnado por Chris Evans.
La trama inicia con un evento en la Casa Blanca, donde el presidente Thaddeus Ross, interpretado por Harrison Ford, organiza una cumbre mundial. La historia avanza rápido hacia un intento de asesinato que involucra a personajes del pasado de Wilson, quien se ve forzado a desentrañar una conspiración que podría tener repercusiones globales. A lo largo del filme, se encuentran guiños a temas contemporáneos que, aunque no son del todo crudos, le dan un toque actual a la narrativa.
Uno de los aspectos más destacables de “Brave New World” es el equilibrio entre la acción y la construcción del thriller, lo que permite que la película mantenga el interés sin caer en excesos ni en efectos especiales sobrecargados. La dirección de Julius Onah y un guion bien estructurado, que a veces juega con elementos serios, hacen que el filme se sienta como un “meatloaf” de superhéroes, es decir, un plato básico pero satisfactorio.
La revelación de quien está detrás de la amenaza principal, un personaje con un pasado oscuro y motivaciones personales, añade una capa adicional de complejidad a la historia. Ford entrega una actuación sólida, mostrando a Ross como un personaje impredecible con un contexto político curioso y casi hilarante.
Al final, aunque “Captain America: Brave New World” no innovó radicalmente, su diversión y la habilidad de Mackie para encarnar al Capitán América de una manera única ofrecen al público un rato agradable en el cine. Es un filme que, aunque se siente como un «lugar de descanso» en la saga de Marvel, todavía logra mantener un enfoque entretenido suficiente para no ser olvidado rápidamente.
Así, esta nueva aventura no únicamente sirve como un espacio para que Mackie tome el protagonismo, sino que se convierte en un cóctel de nostalgia, acción y cuestiones personales que garantizan que, aunque la gloria de sus predecesores pueda parecer lejana, sigue habiendo espacio para disfrutar del viaje.