Los compositores de «Sing Sing», Abraham Alexander y Adrian Quesada, hablan sobre cómo lograron plasmar el «poder que tiene el arte para la rehabilitación» en su tema «Like A Bird».

La película «Sing Sing» ha llamado la atención no solo por su potente narrativa, sino también por su impresionante banda sonora. Los compositores Abraham Alexander y Adrian Quesada se unieron para crear la canción «Like a Bird», que se inspira en el deseo de libertad, un tema central en la historia. Este par ha sido nominado al Oscar por su contribución musical, lo que demuestra la relevancia y el impacto de su trabajo.

La trama de «Sing Sing» se basa en la verdadera historia de Divine G, interpretado por Colman Domingo, un hombre que se encuentra en prisión por un crimen que no cometió. A pesar de su difícil situación, Divine G encuentra un propósito al unirse a un grupo de teatro dentro de la cárcel, donde se convierte en mentor de otros reclusos, como Clarence «Divine Eye» Maclin. Este enfoque en la rehabilitación muestra el poder del arte como una forma de redención.

La conexión de los protagonistas con el programa teatral es profunda, pues muchos actores de la película son exalumnos de este sistema. Su experiencia real añade una capa de autenticidad y emoción que se refleja en la creación de la canción, donde los compositores sintieron la obligación de capturar la intensidad de la historia en su música.

Durante la producción, la película no contaba con un gran respaldo ni había atención mediática, pero la historia resonó profundamente en quienes participaron en ella. Alexander y Quesada se sintieron tocados por el mensaje de esperanza y segunda oportunidad que ofrece «Sing Sing», y se propusieron transmitirlo a través de su música.

Al hablar sobre la creación de «Like a Bird», Abraham Alexander expresó que la imagen de un ave enjaulada refleja la lucha de los humanos por encontrar su propósito. Este simbolismo se convierte en un poderoso recordatorio de cómo, a menudo, las personas son privadas de sus sueños y aspiraciones.

El proceso de escritura fue guiado por las emociones fuertes que ya estaban presentes en la película, especialmente en las escenas finales, donde los personajes experimentan su liberación. Los compositores buscaron complementar esa intensidad emocional y elevarla a través de la música.

Como resultado, «Sing Sing» no solo ha sido reconocida por su historia conmovedora, sino también por las profundas reflexiones que provoca sobre la vida, la libertad y el papel transformador del arte en la rehabilitación. La película ha obtenido múltiples nominaciones al Oscar, incluyendo Mejor Guion Adaptado y Mejor Actor para Colman Domingo, solidificando su lugar en el mundo del cine.

En resumen, «Sing Sing» es una obra cinematográfica que toca el corazón y provoca reflexión, llevándonos a cuestionar el sistema de justicia y la importancia de las segundas oportunidades.

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