Este nuevo biopic en Max es mucho más que un simple resumen de uno de los eventos más traumáticos de la historia.

La nueva película biográfica que llega a Max, titulada «Jackie», no es solo un eco de uno de los eventos más trágicos de la historia, sino que explora el profundo impacto emocional que vivió Jacqueline Kennedy tras el asesinato de su esposo, el presidente John F. Kennedy. Dirigida por Pablo Larraín, esta cinta es parte de su trilogía no oficial sobre mujeres icónicas que, a pesar de sus vidas aparentemente perfectas, enfrentan intensas tristezas.

En «Jackie», Natalie Portman interpreta a la célebre primera dama en un momento crítico de su vida, donde no solo lidia con la pérdida de su esposo, sino también con la presión de mantener su legado ante la mirada pública. La narrativa se enfoca más en el dolor personal de Jackie que en los aspectos históricos del asesinato, mostrando su lucha por encontrar un camino hacia la sanación mientras enfrenta el escrutinio mundial.

La película se sitúa en el contexto de la tan idealizada presidencia de «Camelot», que se desmoronó drásticamente tras el asesinato de JFK en 1963. Este evento marcó el fin de una era de inocencia en Estados Unidos y el comienzo de un periodo tumultuoso. En este ambiente, Jackie intenta ser no solo una madre presente, sino también una figura patriótica que lidia con el caos a su alrededor y el legado sacudido de su esposo.

Uno de los puntos destacados de «Jackie» es cómo se narra la historia a través de la memoria de la protagonista. Las escenas están impregnadas de un dolor palpable y de una búsqueda de identidad que la cámara sigue íntimamente. Portman entrega una actuación magistral, capturando la esencia de Jackie Kennedy con un acento distintivo y una elegante presentación que recuerda a la original.

El director Larraín utiliza un enfoque estilístico que permite que la historia trascienda las convenciones típicas de las biografías. En lugar de relatos lineales, la película invita al espectador a experimentar el duelo de Jackie de una manera visceral, casi como si fuera un testigo de su sufrimiento. Esta aproximación muestra que su vida no sería definida solo por el legado de su marido, sino también por su propia lucha por la normalidad.

A través de su implacable viaje emocional, «Jackie» refleja no solo la presión del papel de una mujer en la política, sino también las contradicciones de ser una figura pública enfrentándose a la pérdida. La cinematografía cuidadosamente diseñada y la banda sonora inquietante de Mica Levi complementan la historia, aumentando la tensión y la conexión emocional con la audiencia.

Finalmente, «Jackie» no solo es una representación de la figura de la primera dama, sino una exploración más profunda de la mujer detrás del icono. La película ofrece una mirada que hace justicia a su legado, presentándola como una mujer fuerte, vulnerable y compleja que se niega a dejar que la tragedia defina su existencia.

Con esta mezcla de historia íntima y contexto político, «Jackie» se consolida como una obra maestra que trasciende el género biográfico, llevándonos a entender la humanidad detrás del mito. Esta película es definitivamente una visita obligada para aquellos interesados en el verdadero impacto de un evento que transformó no solo un país, sino la vida de quienes lo vivieron de cerca.

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