CINE
El último western de John Wayne no solo fue un adiós, también fue un comienzo raro para él.
El último western de John Wayne: un adiós inesperado que marcó un nuevo comienzo.

La película «Big Jake» marca un capítulo especial en la carrera del legendario John Wayne, no solo porque representa su último gran western, sino también porque es un proyecto familiar. A pesar de que muchos la consideran menos memorable que otros clásicos como «The Searchers» o «True Grit», este filme tiene un significado profundo en la vida del Duke y su familia.
En «Big Jake», Wayne comparte la pantalla con sus hijos, convirtiendo esta producción en un verdadero asunto familiar. Es notable, no solo por el talento de John Wayne, sino también porque junta en la actuación a sus hijos Patrick y Ethan, con Ethan interpretando al nieto del personaje de su padre, «Little Jake». Este intercambio intergeneracional aporta una química única que hace que la historia sea aún más conmovedora.
Patrick Wayne, que a lo largo de su carrera compartió varias películas con su padre, finalmente lo hizo en un contexto muy especial en este western. La dinámica entre ellos no solo reflejaba su relación familiar sino también el amor que ambos sentían por el cine, lo que resalta en las escenas donde buscan al niño secuestrado por el villano interpretado por Richard Boone.
Lo interesante es que aunque «Big Jake» fue criticado en su momento por su representación de la violencia, esta película sentó las bases para la evolución del género, prefigurando las decisiones más atrevidas que el Duke haría en sus siguientes filmes, como «The Cowboys». En esta transición, parece que Wayne estaba dispuesto a pasar la antorcha a nuevas generaciones, especialmente en un género que representó la cultura estadounidense por décadas.
La producción de «Big Jake» también fue un esfuerzo notable de Batjac Productions, la propia compañía de producción de Wayne. De hecho, su hijo mayor, Michael A. Wayne, fue uno de los productores de este filme, demostrando que la huella de la familia Wayne estaba en cada aspecto del proyecto.
Además de la historia y la calidad de la película, el hecho de que todos los Wayne trabajaran juntos hizo de «Big Jake» una experiencia inolvidable. La película no solo trata sobre la busca de un nieto, sino sobre los lazos familiares que unen a los personajes en tiempos de adversidad, un reflejo claro de la propia vida de Wayne.
Aunque muchos podrían pasar por alto «Big Jake» en comparación con las grandes obras de John Wayne, vale la pena redescubrirla. Implica una obra maestra de la pantalla que no solo muestra al Duke en su último esplendor, sino que demuestra el poder del amor familiar.
Si deseas revivir la magia de «Big Jake», no dudes en buscarla. Esta cinta es una excelente manera de recordar no solo el legado de John Wayne sino también el impacto que su familia tuvo en su vida y en el cine estadounidense.