El himno nacional de EE. UU. es abucheado en juegos de la NHL y la NBA en Canadá, mientras comienzan a aplicarse los aranceles de Trump.

Recientemente, los aficionados canadienses han mostrado su descontento de manera bastante contundente durante los juegos de la NHL y la NBA al abuchear el himno nacional de Estados Unidos, «The Star-Spangled Banner». Esta reacción se produjo en medio de un contexto tenso por los aranceles impuestos por el presidente estadounidense Donald Trump, quien ha decidido imponer tarifas del 25% a las importaciones canadienses y mexicanas.

La bronca anti-estadounidense se desató en canchas de varias ciudades canadienses como Ottawa, Vancouver y Calgary, donde el abucheo fue tan fuerte que dificultó escuchar el himno. Este hecho ha sido replicado en redes sociales, donde se han compartido videos del momento, destacando lo que muchos consideran un acto de protesta cultural.

El colofón se dio el pasado domingo en Toronto, cuando los Raptors jugaron contra los L.A. Clippers. En este juego, la afición volvió a demostrar su desacuerdo no solo con los aranceles, sino con una sensación de indignación más extensa respecto a la política estadounidense, reflejada en un tumulto sonoro que sacudió el ambiente del estadio.

En el contexto de enfrentamientos deportivos entre Estados Unidos y Canadá, ambos himnos son comúnmente interpretados. Sin embargo, lo que comenzó como una celebración de la rivalidad deportiva se transformó en un despliegue masivo de desaprobación hacia las políticas del gobierno estadounidense.

Las reacciones no se hicieron esperar, y numerosos aficionados y medios han documentado el fenómeno con registros en video que rápidamente se volvieron virales. Las redes sociales han servido como plataforma para que el descontento se exprese, reflejando la cruda realidad de las tensiones comerciales y diplomáticas que marcan la relación entre ambos países.

El evento plantea interrogantes sobre cómo las dinámicas políticas pueden influir en el ámbito deportivo, haciendo que lo que debería ser entretenimiento se convierta en un escenario de protesta. Para muchos canadienses, el abucheo fue un símbolo significativo de resistencia contra las decisiones de Trump y sus políticas arancelarias.

Este tipo de manifestaciones en los deportes no son nuevas, pero la magnitud y la emotividad detrás de este acto particular muestran cómo la gente se siente respaldada por una cultura y una rabia que va más allá del simple abucheo. Las tensiones internacionales han encontrado una nueva forma de manifestarse, recordándonos que incluso en los partidos más emocionantes, las realidades políticas pueden asomarse de manera inesperada.

Así que, la próxima vez que enciendas la tele para disfrutar de un juego, recuerda que, bajo la emoción y el espectáculo, a veces hay sentimientos profundos y conflictos que reflejan mucho más que solo una rivalidad deportiva.

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