CINE
El director del Festival de Rotterdam muestra su apoyo a la actriz Soheila Golestani de ‘La Semilla de la Higuera Sagrada’ tras la prohibición de su viaje a Irán.
El director del Festival de Rotterdam respalda a Soheila Golestani de ‘La Semilla de la Higuera Sagrada’ tras la prohibición de su viaje a Irán.

En el fascinante mundo del cine, las historias detrás de las cámaras a menudo son tan impactantes como las películas mismas. Esto es especialmente cierto en el caso de «The Seed of the Sacred Fig», donde la actriz Soheila Golestani se enfrenta a serios obstáculos debido a la situación política en su país, Irán. A raíz de la prohibición de viajar impuesta por su gobierno, Golestani no pudo asistir al Rotterdam Film Festival, donde iba a ser parte del jurado en la competencia Tiger.
El director del festival, Vanja Kaludjercic, expresó su tristeza y preocupación al respecto, señalando que la experiencia de Golestani refleja los riesgos que muchas veces toman los artistas al alzar la voz contra la opresión. La actriz fue elegida junto a otros jurados destacados, y su ausencia se siente profundamente, sobre todo en un evento que celebra la libertad de expresión en el cine.
Mohammad Rasoulof, el director de la película, también ha vivido en carne propia las consecuencias de la represión: se encuentra en exilio en Alemania tras huir de Irán, donde el régimen lo ha sentenciado a ocho años de prisión. Su lucha es un recordatorio poderoso de cómo el arte puede ser un acto de resistencia frente al autoritarismo.
A pesar de estos desafíos, “The Seed of the Sacred Fig” ha cosechado importantes reconocimientos, incluyendo una nominación a Mejor Largometraje Internacional en los próximos premios Oscars. La película tuvo su premiere en el Festival de Cannes, donde ganó el prestigioso Premio Especial del Jurado, destacando la valentía y el talento de todos los involucrados.
Kaludjercic también subrayó la importancia de la comunidad cinematográfica global para apoyar a Golestani en estos momentos difíciles, convirtiendo su historia en un símbolo de resistencia y lucha por la libertad de expresión. El director, al participar en un panel sobre el cine y el autoritarismo, agregó que la experiencia de la actriz no es un caso aislado sino un reflejo de la opresión que enfrentan muchos artistas alrededor del mundo.
A medida que las tensiones políticas continúan en Irán, el camino para Golestani sigue siendo incierto. Acusaciones de propaganda en su contra han surgido debido a su papel en la película, generando un ambiente de miedo e incertidumbre que muchos artistas conocen demasiado bien. La situación actual resalta cuán vital es dar visibilidad a estos problemas y a las voces que luchan por un cambio.
El cine, por su parte, sigue siendo un medio poderoso para contar estas historias y visibilizar realidades que a menudo son ignoradas. «The Seed of the Sacred Fig» no solo es una película que busca entretener, sino que también informa y provoca reflexión sobre la realidad de quienes viven bajo regímenes represivos.
Con todo esto en mente, la situación de Soheila Golestani y de otros artistas en condiciones similares nos recuerda la importancia de seguir apoyando la libertad de expresión, donde quiera que esta sea amenazada. Las historias de lucha y resiliencia, como las que vemos en «The Seed of the Sacred Fig», son las que realmente hacen eco en nuestros corazones y mentes.