«Cómo los nominados a Mejor Película como ‘Conclave’ y ‘Emilia Pérez’ se perciben distintos bajo la presidencia de Trump»

Así que el mundo del cine vuelve a dar de qué hablar con las nominaciones a la mejor película del año. Películas como “Conclave” y “Emilia Pérez” no solo reflejan su esencia artística, sino que también abordan temas muy relevantes en el contexto político actual, especialmente en la era Trump. En este artículo, exploramos cómo estos filmes traen a la pantalla reflexiones sobre nuestra sociedad.

“Conclave”, dirigida por Edward Berger, se basa en la premisa de un papado en crisis tras la muerte de un pontífice. La trama está cargada de intrigas políticas y sociales que resuenan con la situación actual en Estados Unidos. La historia, presentada en el Festival de Cine de Telluride, se adentra en un Vaticano lleno de escándalos y tensiones, contrastando ideologías de apertura con realidades opresivas, algo que el propio crítico Peter Debruge notó al subrayar la relevancia del film en la política norteamericana.

Por otro lado, “Emilia Pérez” marca un hito importante en la representación LGBTQ+ al tener a una actriz trans, Karla Sofía Gascón, como protagonista nominada al Oscar. La película, un musical innovador, ha generado opiniones encontradas entre la comunidad hispana y trans, pero su mensaje inclusivo es claro, sobre todo en un contexto donde las voces trans se enfrentan a la negación en muchas esferas.

Además, el panorama se complejiza con “The Substance”, de la realizadora francesa Coralie Fargeat. Este filme de terror corporal toca la devaluación de las mujeres, en especial a medida que envejecen en una industria dominada por hombres, retratando a personajes que luchan con el feminismo y la identidad en un entorno patriarcal.

“Mientras tanto”, otro destacado de Brasil titulado “I’m Still Here”, narra la historia de una familia durante la dictadura del país, enfatizando la memoria histórica que aún resuena en la actualidad. La obra busca no solo contar un relato del pasado, sino instar a la sociedad a recordar las atrocidades para evitar que se repitan.

Es notable también cómo “Dune: Part Two” de Denis Villeneuve encarna temas de poder y manipulación, hablando de la explotación de las sociedades vulnerables por líderes ambiciosos, un eco claro de los tiempos que vivimos.

Por su parte, “Wicked”, a pesar de su formato de musical colorido, lleva un mensaje poderoso sobre la opresión y la división que imperan en la sociedad, convirtiéndose en una alegoría de la crisis contemporánea vigente tras la elección presidencial.

Finalmente, la película “Nickel Boys” refleja una narrativa sobre el racismo en Estados Unidos y cómo las luchas por la dignidad personal son fundamentales para enfrentar un pasado oscuro, mientras que “Anora” ofrece una mirada contemporánea sobre las desigualdades sociales, mostrando cómo los personajes navegan en un mundo desigual.

El camino hacia los Oscar 2025 está repleto de narrativas potentes y significativas. Este año la competencia promete ser reñida, con películas que no solo buscan ganar galardones, sino también incitar al público a cuestionarse y reflexionar sobre el entorno que los rodea.

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