Cameron Diaz cuenta sobre la “inapropiada” conducta de un tipo en el set, antes del movimiento MeToo.

Cameron Diaz vuelve a la escena del cine después de una década alejada de las cámaras, y no ha dejado de sorprendernos con sus reflexiones sobre cómo han cambiado las cosas en los sets de producción. En una reciente charla en el podcast «SkipIntro», la actriz compartió su experiencia sobre cómo el movimiento #MeToo ha transformado la industria. Para ella, el ambiente en los sets es notablemente diferente ahora, destacando que antes había una cultura de «incomodidad» que las actrices tuvieron que tolerar.

Durante la entrevista, Diaz recordó que siempre había un «tipo» en el set que generaba incomodidad. Sin embargo, aseguró que la llegada del movimiento ha hecho que la seguridad y la comodidad de las mujeres sean una prioridad. Resulta increíble pensar en los niveles de protección implementados ahora, como por ejemplo, tener una línea directa anónima para reportar cualquier comportamiento inapropiado.

Luego de 10 años dedicados a su vida familiar, Cameron fue tentada a regresar al cine con un par de películas para Netflix, comenzando por la comedia de acción «Back in Action», donde comparte créditos con Jamie Foxx. La actriz mencionó que antes de comenzar a filmar, el departamento de recursos humanos la contactó para discutir sobre el comportamiento adecuado en el set, lo cual le pareció fantástico.

Cameron también se sintió impresionada por el nivel de seguridad que se brinda a las mujeres ahora. “Sentirse segura en el set es increíble, nunca había experimentado eso antes”, dijo. Esto es un reflejo del cambio positivo que ha traído el movimiento.

En cuanto a su carrera, Diaz se dio a conocer en 1994 con «The Mask», donde trabajó junto al cómico Jim Carrey. Desde entonces, ha brillado en grandes éxitos como «There’s Something About Mary», «My Best Friend’s Wedding», «Charlie’s Angels» y «The Holiday». Curiosamente, casi no obtuvo el papel en «The Mask» porque los productores querían a Anna Nicole Smith, quien renunció, dándole la oportunidad a Cameron.

Este regreso trae consigo un aire fresco y renovador no solo para ella, sino también para todas las mujeres en la industria, ya que marca un cambio significativo en cómo las mujeres son tratadas en el cine. La evolución de dichos espacios hacia ambientes más seguros y respetuosos es algo digno de celebrar.

En definitiva, la historia de Cameron Diaz resuena no solo como un regreso a la actuación, sino como un testimonio de los cambios necesarios en la industria. Su experiencia y voz en el tema son fundamentales para seguir construyendo un lugar seguro y cómodo para todas las artistas en el cine.

Con un futuro brillante por delante, esperaremos con ansias ver más de Cameron en la pantalla grande y cómo su historia sigue inspirando a otros en la industria.

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