«Secuela de Santa Ana: Los angelenos agotados se preparan para otra tormenta de viento “particularmente peligrosa” con ráfagas de hasta 100 mph.»

Los habitantes de Los Ángeles, que apenas estaban comenzando a regresar a sus hogares tras los recientes incendios de Eaton y Palisades, se enfrentan nuevamente a un escenario preocupante. El Servicio Nacional de Meteorología ha pronosticado un evento peligroso de vientos de Santa Ana, que podría traer ráfagas aisladas de hasta 160 km/h. Esto podría agravar la situación ya tensa en la región.

A pesar de contar con un respiro debido a las nubladas condiciones climáticas que ayudaron a los bomberos, la contención del fuego de Palisades ha llegado al 52%, mientras que la de Eaton ya está al 81%. Sin embargo, el Servicio Meteorológico advierte que con los vientos esperados, las condiciones podrían volverse extremadamente peligrosas, poniendo en riesgo tanto vidas como propiedades.

El lunes, se emitió una advertencia de bandera roja en el condado de Los Ángeles para el periodo de 8 a.m. del lunes hasta las 2 p.m. del martes. Esto significa que las condiciones críticas para un incendio son altas, y se aconseja a la población tener cuidado con cualquier cosa que pueda iniciar un fuego, especialmente aquellos que viven cerca de áreas forestales.

Un aviso de «situación particularmente peligrosa» fue emitido, que es un nivel de alerta más severo que la bandera roja, cubriendo gran parte de Los Ángeles y el condado de Ventura. Esto es especialmente preocupante ya que coincide con dos grandes incendios que han devastado miles de hogares en la zona.

California ha experimentado una racha de advertencias severas en los últimos tres meses, incluyendo la que precedió al incendio de Mountain que resultó en la pérdida de 243 estructuras. Los funcionarios instan a los residentes a revisar sus planes de evacuación y tener listas sus mochilas de emergencia.

El alcalde de Los Ángeles también ha declarado restricciones en el estacionamiento debido a la bandera roja, y esas restricciones estarán vigentes hasta nuevo aviso. Irónicamente, el pronóstico de la semana siguiente sugiere una probabilidad del 60 al 70% de lluvias, lo que podría complicar los esfuerzos de recuperación y potencialmente causar deslizamientos de tierra.

El jefe del departamento de Obras Públicas de Los Ángeles ha advertido sobre el peligro de flujos de escombros y ha comenzado a preparar el sistema de control de inundaciones en las áreas afectadas. Se espera que se produzcan flujos de detritos masivos si las recientes áreas quemadas reciben lluvia intensa.

En resumen, Los Ángeles se enfrenta a una situación crítica con el pronóstico de fuertes vientos que podrían dificultar los esfuerzos para contener los incendios en curso, mientras los residentes se preparan para evadir posibles evacuaciones.

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