«Reseña de ‘Dark Match’: La película de terror de lucha libre de Shudder no complace a los fanáticos de ninguno de los dos géneros.»

La película «Dark Match» se adentra en la intersección entre el cine de terror y la lucha libre, pero parece que no logra satisfacer ni a los aficionados del horror ni a los fanáticos del wrestling. Este filme, dirigido y escrito por Lowell Dean, conocido por «Wolfcop», sigue a un grupo de luchadores amateurs de los años 80 que, en búsqueda de hacer algo de dinero fácil, terminan en situaciones extremadamente peligrosas debido a que son contratados por un culto satánico que busca sacrificios humanos durante sus combates.

A pesar de un concepto intrigante, el resultado final no cumple con las expectativas. La historia se siente tambaleante, como si no supiera si quiere ser una parodia del género o una oferta seria de horror. Tras su premiere en el Fantasia Festival, «Dark Match» debuta en Shudder el 31 de enero, pero la crítica señala que entre sus problemas está que no logra conectar con el público que podría disfrutar de sus referencias tanto a la lucha libre como al cine de terror.

Los personajes principales, interpretados por Ayisha Issa como Miss Behave y Steven Ogg como «Mean» Joe Lean, intentan aportar carisma a la trama, pero los villanos, encabezados por Chris Jericho, no logran ser intimidantes ni interesantes. Esta disparidad se hace notar ya que la narración pierde tiempo en decidir qué tipo de historia quiere contar, lo que lleva a confusiones sobre los verdaderos motivos del culto.

Las escenas de lucha, que podrían haber sido el punto más fuerte de «Dark Match», sufren debido a decisiones de producción que afectan la dinámica del combate. No solo la presentación de los combates es básica, sino que la falta de público genuino en el fondo da la impresión de que los luchadores están actuando en sets vacíos. Además, la falta de humor en la película no ayuda a aligerar la intensidad de la trama, que se siente más sombría de lo que debería para un proyecto de este estilo.

A lo largo de su desarrollo, «Dark Match» intenta jugar con los elementos típicos del cine de horror sin lograr una identidad clara, lo que frustra a la audiencia que espera una experiencia entretenida. Aunque hay momentos de tensión, el enfoque serio y la atmósfera oscura no terminan por darles el honor que merecen a las influencias de la lucha libre.

La película, que debería ofrecer una fusión divertida y emocionante de géneros, acaba siendo una experiencia engañosamente seria, donde no se logra sacar provecho a su premisa prometedora. De ser una oportunidad para innovar en el genre-mixing, «Dark Match» termina en un lugar incómodo donde no sabe si reír o asustar.

Al final, el filme parece un enigma que nunca se atreve a revelarse por completo, dejando a la audiencia con la sensación de que pudo haber sido algo más grande y mejor ejecutado. En este juego de luchas y sustos, los espectadores querrán pensarlo dos veces antes de entrar al cuadrilátero del terror con «Dark Match».

No cabe duda que este es un producto más destinado a los curiosos que a los fans acérrimos de cualquiera de los dos géneros que intenta fusionar. La calificación general se aproxima a un 4 de 10, lo que no augura una recepción óptima ni un lugar destacado en el catálogo de Shudder. La película promete, pero no logra cumplir.

Source