TELEVISION
La presidenta del BFI, Jay Hunt, expresa su preocupación por el «lenguaje muy proteccionista en torno a Hollywood» desde que Donald Trump volvió a la Casa Blanca.
Jay Hunt, presidenta del BFI, alerta sobre el «lenguaje proteccionista que rodea a Hollywood» tras el regreso de Trump a la Casa Blanca.

Jay Hunt, la presidenta del British Film Institute (BFI), está levantando la voz sobre el futuro de la industria cinematográfica y televisiva del Reino Unido. En un reciente testimonio ante el parlamento, advirtió que la industria no debe caer en la trampa de la complacencia, especialmente con la llegada de un nuevo discurso proteccionista desde el gobierno de Donald Trump. La preocupante situación que enfrenta el sector de 4.2 mil millones de libras exige inversión continua para evitar que esta alcancé un estancamiento que podría resultar devastador.
Hunt enfatizó que su principal temor es que el sector se crea que ha alcanzado su máximo potencial y que cualquier progreso futuro es poco probable. Según ella, hay que prestar atención a un entorno regulador desafiante en Europa y a las políticas proteccionistas que podrían impactar la colaboración con Hollywood. Aclaró que el BFI debe resaltar los retos y asegurar que la trayectoria de crecimiento de la industria no se detenga.
Un tema crítico que Hunt mencionó es la disminución de la financiación por parte de productores estadounidenses, un problema que se arrastra desde antes de la administración de Trump. Esta situación tiene a más de 15 producciones en el Reino Unido atrapadas en un limbo de financiamiento, lo que pone aún más presión sobre la ya frágil situación de las emisoras británicas.
El panorama actual sugiere que el BFI debe trabajar de la mano con el gobierno del Reino Unido para asegurar inversiones en cines, muchos de los cuales están en deterioro. Hunt destacó que el 45% de los cines británicos podrían estar operando con pérdidas a finales de este año, lo que pinta un cuadro sombrío para la exhibición de películas en el país.
Roberts, el CEO de BFI, subrayó que aunque el alivio fiscal del 40% para películas independientes ha sido un cambio positivo, no es suficiente para resolver la crisis que enfrentan los cines. La participación del mercado de películas británicas es alarmantemente baja, y se necesitan esfuerzos inmediatos para recuperar porcentajes que se alcanzaron en el pasado.
Ambos, Hunt y Roberts, comparten la visión de revivir el esplendor del cine británico, justo cuando se acercan al centenario de BFI. Quieren recordar al público la rica herencia cinematográfica del Reino Unido y su diversidad en producciones, lo cual es crucial para atraer tanto a la audiencia local como internacional.
Por último, Hunt fue clara al afirmar que proteger la industria del cine es vital, especialmente porque esta forma de arte juega un papel importante en las comunidades de menores recursos, donde el cine es la única opción cultural disponible. No cabe duda de que el futuro de la cinematografía británica depende de cómo se manejen estos retos en el corto plazo.
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