Jon Stewart se ríe de la inauguración de Trump y la convención de tecnócratas: «¡Dame al Lex Luthor!»

En un episodio de ‘The Daily Show’, Jon Stewart no se contuvo al comentar sobre la inauguración de Donald Trump, un evento que muchos consideran sombrío en la historia de Estados Unidos. Stewart, con su estilo característico, llenó el ambiente de humor ácido, lanzando bromas que iban desde la vestimenta de los invitados hasta el gesto extraño de Elon Musk.

Entre risas, Stewart destacó lo absurdo de algunos asistentes que habían criticado a Trump en el pasado. Mencionó a George Bush, quien parecía un poco desubicado, y a Mike Pence, que apareció más como un extraño espectador que como un exvicepresidente. En contraste, Michelle Obama se llevó todos los aplausos con su decisión de no asistir, cumpliendo con su ética personal de mantenerse alejada del caos.

El cómico aprovechó para burlarse de la elección de moda de Melania Trump, quien llevaba un sombrero que, según Stewart, también servía como un escudo ante los intentos de su esposo por acercarse. Además, hizo hincapié en la presencia de un grupo notable de CEO de tecnología, insinuando que su apariencia «bio-hackeada» los hacía parecerse a villanos de película.

Stewart también cuestionó la lógica detrás del evento, señalando que aquellos que controlan una porción alarmante de la riqueza mundial se encontraban en primera fila mientras se ignoraban importantes figuras políticas. La ironía no se perdió en su crítica, ya que citó que estos magnates parecían más al estilo «Illuminatti» que a dignatarios tradicionales.

La parte más jugosa fue cuando habló del gesto extraño de Musk, que se volvió viral. Stewart intentó justificarlo como un error incómodo, pero no pudo resistir la tentación de burlarse de esto, preguntando si realmente quería asegurarse de que todos lo vieran.

Al reflexionar sobre la toma de posesión, Stewart hizo una comparativa jocosa al mencionar que Trump no puso su mano en la Biblia durante la ceremonia, sugiriendo que era demasiado peligroso que ambos se tocaran.

En un giro sorprendente, también comentó sobre el indulto que Biden otorgó a su familia justo en el evento, generando risas al plantear la ironía de «autoperdonarse» en un momento tan significativo. Esto llevó a Stewart a concluir que la dinámica de poder era un ciclo de irresponsabilidad total.

Finalmente, el análisis de Stewart culmina en la idea surrealista de que un hombre que intentó derrocar el gobierno fuera legítimamente entregado el poder y con un expresidente que de forma mágica absorbe toda la crítica mediante indultos, creando una narrativa cómica de «no responsabilidad».

Así, esta mezcla de agudeza y humor negro se convirtió en un comentario social sobre los eventos políticos más recientes en Estados Unidos, dejando a la audiencia con una mezcla de risa y reflexión sobre la situación de su país.

Source