Fallece Lynne Taylor-Corbett: Coreógrafa de ‘Footloose’ en Hollywood y ‘Titanic’ en Broadway a los 78 años.

Lynne Taylor-Corbett, una talentosa coreógrafa y nominada al premio Tony, falleció el 12 de enero de 2025, a los 78 años, tras una valiente batalla contra el cáncer de mama. Taylor-Corbett dejó su huella tanto en Broadway como en Hollywood, siendo la mente maestra detrás de uno de los momentos más memorables de la película ‘Footloose’ (1984), donde guiaba a Kevin Bacon en su famosa danza.

Nacida el 2 de diciembre de 1946 en Denver, Taylor-Corbett se trasladó a Nueva York después de terminar la secundaria para estudiar en la Escuela Americana de Ballet. Aunque su sueño de convertirse en bailarina de ballet no se concretó, su talento para la teatralidad y el movimiento la llevó a convertirse en una reconocida coreógrafa.

A principios de los 80, su carrera despegó con trabajos para el American Ballet Theatre y el City Ballet de Nueva York. A lo largo de su trayectoria, recibió encargos de importantes compañías de danza, incluyendo el Alvin Ailey American Dance Theater.

Su debut en Broadway llegó en 1981 con ‘Shakespeare’s Cabaret’, y en 1985, volvió a la escena para coreografiar ‘The Boys of Winter’. Uno de sus trabajos más destacados fue en 1998 con el musical ‘Chess’, seguido de su regreso a Broadway en 1994 para ‘Sally Marr…And Her Escorts’, protagonizada por Joan Rivers.

Taylor-Corbett también brilló con ‘Titanic’ en 1997 y el musical biográfico sobre Jackie Kennedy. En 1999, coreografió y dirigió ‘Swing!’, un espectáculo que le valió nominaciones tanto por su coreografía como por su dirección.

En el cine, la coreógrafa se hizo famosa con ‘Footloose’, creando una secuencia de baile que se convirtió en un ícono de la cultura pop. Esta fama le abrió las puertas para trabajar en películas como ‘My Blue Heaven’ (1990), ‘Vanilla Sky’ (2001) y ‘Bewitched’ (2005).

Taylor-Corbett deja atrás a su hijo Shaun y a sus cuatro hermanas. Su legado seguirá vivo en sus memorables obras, tanto en Broadway como en la pantalla grande. Su estilo único y su influencia en las artes escénicas perduran, recordándonos la importancia de la creatividad y la pasión en el mundo del espectáculo.

El legado de Lynne Taylor-Corbett es testimonio de una vida dedicada al arte, y aunque ya no esté con nosotros, su trabajo seguirá inspirando a futuras generaciones de artistas.

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