CINE
El baile de ‘Babygirl’ de Harris Dickinson no es solo una táctica para atraer miradas.
¡El baile de ‘Babygirl’ de Harris Dickinson: más que solo un truco para deslumbrar!

La danza de Harris Dickinson en «Babygirl» ha causado un gran revuelo en redes sociales, especialmente tras su estreno durante la temporada navideña. En una de las escenas más intensas de este drama erótico, el personaje Samuel, interpretado por Dickinson, seduce a Romy (Nicole Kidman) con una interpretación sensual de «Father Figure» de George Michael, creando un momento que va más allá de ser un simple «thirst trap».
Algunos podrían ver la danza de Samuel como un mero intento de atraer la atención, pero hay un trasfondo más profundo en esa secuencia. Halina Reijin, la directora, eligió intencionalmente esta escena y la canción para reflejar no solo el deseo sexual, sino también la compleja naturaleza de poder y consentimiento en las relaciones. Esta elección musical enriquece al film y lleva a los espectadores a explorar qué significa realmente el deseo.
El impacto cultural de esta escena también es notable. A diferencia de los típicos relatos eróticos de antaño, que a menudo presentan a las mujeres como meros objetos del deseo masculino, «Babygirl» indica un cambio de paradigma. Reijin se asegura de que la fantasía femenina también sea representada, permitiéndole a Romy ser la protagonista de su propia narrativa sexual.
La danza de Dickinson se muestra como una expresión de vulnerabilidad y libertad, contrastando con las expectativas sociales sobre las relaciones con diferencia de edad. A pesar de la superioridad profesional de Romy, la interacción entre ambos personajes se percibe como un intercambio equitativo y genuino, que desafía las normas tradicionales.
Este giro permite a la audiencia ver la danza no solo como un momento atractivo, sino como una representación del entendimiento mutuo y la conexión emocional entre los personajes. La coreografía, aunque algo torpe, le da un matiz auténtico al instante, enfatizando la química entre ellos.
La elección de la canción «Father Figure» también destaca el deseo de una cercanía íntima sin estigmas. A pesar de que el término “figura paterna” pueda evocar connotaciones problemáticas, en este contexto se convierte en una celebración de la intimidad y comodidad en las relaciones modernas, algo que la directora buscaba expresar desde el principio.
En resumen, la danza de «Babygirl» tiene mucho más que ofrecernos que solo entretenimiento visual. Este momento es crucial para el desarrollo de la trama y plantea preguntas importantes sobre la naturaleza del deseo, el consentimiento y la proyección del deseo femenino en el cine contemporáneo.
«Babygirl» ya está en los cines y promete no solo emocionar, sino también incitar una reflexión profunda sobre cómo vemos las relaciones y el deseo en la pantalla. ¡No te la pierdas!