CINE
Después de 80 años, ninguna película de misterio negro ha igualado la valentía y el ingenio de ‘Laura’.
Después de 80 años, ninguna película de misterio negro ha igualado la valentía y el ingenio de ‘Laura’.

La película «Laura», estrenada en 1944, se mantiene como una de las joyas del cine noir y ha desafiado el paso del tiempo en su categoría. Este filme, bajo la dirección de Otto Preminger, no solo atrapó la atención del público por su intrigante trama, sino que también estableció un nuevo estándar en la representación de personajes femeninos, cuestionando las dinámicas del deseo y la obsesión masculina. Aquí, exploraremos por qué «Laura» sigue siendo relevante y cómo influyó en el cine moderno.
La historia gira en torno a Laura Hunt, interpretada por Gene Tierney, una joven y hermosa ejecutiva publicitaria cuya vida se convierte en un rompecabezas mortal tras su asesinato. El detective Marck McPherson, encarnado por Dana Andrews, se obsesiona con la imagen de Laura, interactuando con personajes igualmente cautivados por su esencia, como Waldo Lydecker (Clifton Webb) y Shelby Carpenter (Vincent Price). Esta trinidad de obsesiones, junto con revelaciones sorprendentes, arrastra al espectador a un torbellino emocional que resalta la naturaleza engañosa de la percepción.
«Laura» emergió en una década dorada para el cine negro. Este género, influenciado por autores como Dashiell Hammett y Raymond Chandler, reflejaba una sociedad en descomposición, marcada por el patriotismo y un descontento latente, que permitió a los cineastas explorar temas oscuros de la psique humana. La habilidad de Preminger para entrelazar estos elementos, mientras critica las relaciones de poder y el «gaze» masculino, convierte a «Laura» en una obra maestra que trasciende su tiempo.
El enfoque visual magistral de Preminger, combinado con una atmósfera tensa y misteriosa, hace que «Laura» no solo sea cautivadora, sino también rica en simbolismo. Las imágenes y la cinematografía crean un ambiente que refleja las emociones embriagadas de sus personajes y elevan el relato más allá de un simple thriller. Cada fotograma es deliberado y está cargado de significados, lo que invita a múltiples interpretaciones.
Es interesante señalar que la producción de «Laura» no fue un camino de rosas. Preminger se encontró enfrentando varios desafíos creativos y luchas de poder entre los involucrados. Inicialmente, el director Rouben Mamoulian fue contratado, pero sus diferencias con Preminger sobre el enfoque y los cambios en el guion llevaron a cambios drásticos en la dirección. Eventualmente, Preminger tomó el control total y entregó una versión que se apega a su visión.
El legado de «Laura» ha dejado una huella en varias obras contemporáneas, incluyendo «Twin Peaks» de David Lynch. Este último director ha rendido homenaje a «Laura» en muchas de sus obras, utilizando temas similares de obsesión y misterio. La influencia de la película es evidente en cómo ambos desafían al espectador a cuestionar la realidad y las percepciones, especialmente en relación con las figuras femeninas.
A lo largo de los años, «Laura» ha sido aclamada por críticos y cinéfilos, siendo utilizada en estudios de cine y análisis sobre la representación femenina. Su trama, que mezcla el cine negro con una exploración psicológica, ha logrado captar la atención de nuevas generaciones que siguen encontrando relevancia en sus temáticas.
Finalmente, «Laura» es más que una simple historia de asesinato; es una profunda reflexión sobre la obsesión, el deseo, y cómo las imágenes pueden manipular la percepción de la realidad. Con cada visionado, se descubren nuevos matices, lo que asegura que esta obra maestra siga resonando en el corazón del cine y en el análisis crítico por muchos años más.