Reseña: ‘Ant-man & The Wasp: Quantumania’

Ant-man y La Avispa regresan en la nueva cinta de Peyton Reed, quien ya dirigió las dos entregas anteriores de Hormigamán, la cual viene con un cambio importante: le escribe y supervisa los guiones la pluma de Jeff Loveness quien ya está bien experimentado en el ñoñoverso de Rick & Morty. Combinación bien bien tentadora.

Corre película y arrancamos con la Fase 5 del MCU, ¿o debería decir Marvel Cinematic Multiverse?

Las series de Marvel y el Dr. Strange ya nos habían advertido que se iba a dejar venir algo que en los cómics lleva décadas existiendo: el multiverso y la interacción entre ellos para crear nuevas y enredadas, pero siempre épicas historias. Y justo Ant-Man and the Wasp: Quantumania viene a abrir pista como tía en XV años al ritmo de payaso de rodeo para atar todos los cabos que había sueltos en los foros de Reddit y TikToks de influencer con jingle de Fierro Viejo de fondo: el Multiverso existe y es una amenaza meterse con él.

Scott Lang, Hope Van Dyne y -la ya nada pequeña- Cassie se meten en problemas cuánticos porque ¡qué aburrido nomás ir por un cafecito a la esquina, tomarse fotos con los fans y escribir un libro! ¿no? Mejor se hubieran quedado en un soleado día en San Francisco, California.

Al entrar al reino cuántico nos damos cuenta de que no tiene rey, si no conquistador, interpretado por ni más ni menos que uno de los actores más solicitados en Holywood en la actualidad: Jonathan Majors. Kang para los compas.

Después de 2 horas 5 minutos de destellos, hormigas, Organismos Móviles Diseñados Sólo para Matar, entes sin agujeros y de un Ant-man que, igual que el chorrito, se hacía grandote y se hacía chiquito, sólo puedo decir que estamos ante un posible nuevo estándar en la industria de los blockbusters: hacer todo tan épico como se pueda.

No es la mejor película del MCU hasta ahora, pero tenemos que hablar de lo que representan económicamente estas producciones. Comercialmente son un coloso que sólo pueden ser posibles gracias a las casi 7,000 personas que salen en los 5 minutos de créditos que vemos y quién sabe cuántas más que no vemos ahí enlistados.

– ¿Es cine? Claro que es cine.

– ¿Es una montaña rusa? Desde luego que sí. Y una muy muy entretenida con acción, risas, fan service y sobre todo respuestas para todos los que se quedaron comiendo ansias y haciendo conjeturas.

– Tiene las ya clásicas escenas en medio y al final de los créditos, las dos igual de jugosas y que van a mojarle los calzones a más de un marvelita.

Así que, si aún no compras tus boletos, córrele que seguramente ya se vendió la sala y tú ni en cuenta. Y si eres un viejito mamón amargado, ¿qué haces entrando a funciones que no vas a disfrutar, viejón? Mejor rúmbale a la… Cineteca